Acabo de regresar de Cartagena, Colombia, la hermosa ciudad ubicada en el norte del país, en pleno Mar Caribe donde anualmente se realiza el Concurso de Belleza más importante de Colombia.
Asistí invitado por los organizadores del Concurso para participar como miembro del jurado, 5 personas procedentes de distintos países, Chile, Estados Unidos, Italia, Panamá y Perú. Una experiencia que vale la pena recordar.
Un concurso que pudiera parecer frívolo se convierte en un evento social de gran importancia para el pueblo colombiano y en particular para los habitantes de Cartagena, Coincidiendo con la semana de festejos para conmemorar los 190 años del primer grito de libertad en tierras colombianas, la celebración de estos actos tiene una especial relevancia cuando el país enfrenta constantes brotes de violencia producidos por el constante asedio de la guerrilla. El pueblo necesita más unión y olvidar, aunque sea por pocos días el inmenso problema que lo agobia.
Volviendo a las características del Concurso éste se realiza de la forma más transparente otorgándosenos total independencia de criterios, sin presión de ninguna clase y dejando a nuestro libre albedrío la decisión de elegir a la muchacha que consideramos la que reúne las mayores aptitudes para ser proclamada la Reina de Colombia. Si bien es cierto la belleza física juega un papel importante. la decisión se toma en base a diferentes parámetros que incluyen la personalidad y la cultura para lo cual los miembros del jurado conversan personalmente con cada una de ellas: 21 participantes que anhelan fervientemente convertirse en reinas. En una conferencia de prensa el jurado prácticamente se enfrenta a los medios periodísticos que, como es natural, tienen sus dudas respecto a la idoneidad del mismo. Este año el tema de la discriminación jugó un papel importante y naturalmente no estuvo ausente en aquella reunión. Cuando se me hizo la pregunta respondí con absoluta convicción que !
el país del cual procedía es un claro ejemplo de la diversidad de razas que tenemos y que mi criterio de elección no contemplaba el color de la piel.
Llegó el día final y luego de una amplia deliberación del jurado, tomando en cuenta que varias concursantes tenían los méritos suficientes para llevarse el máximo premio y luego de su paseo final en el escenario del Centro de Convenciones donde se llevó a cabo la coronación resultó elegida la representante de Chocó, la región de la cual procedía nuestra candidata favorita.
Por primera vez, en los 67 años que tiene el reinado salió elegida una mujer de raza negra.. Vanessa Alexandra Mendoza Bustos fué la triunfadora. Se rompió el tabú.
El júbilo fué inmenso en todos los sectores de la población. Sentir los aplausos de la gente más humilde que no había ingresado al Teatro pero que esperaba con ansiedad el resultado en las calles y plazas fué algo indescriptible. Al salir del Centro de Convenciones la gente mostraba su alegría y nosotros, los miembros del jurado que solo habíamos cumplido honestamente con nuestra propia convicción recibíamos el agradecimiento y las frases efusivas de ese pueblo que no podía sentirse más feliz. Para nosotros tarea cumplida y la satisfacción de dejar una ciudad contenta y un pueblo más unido que nunca.
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